viernes, 18 de marzo de 2016

El cuarto propio latinoamericano



El cuarto propio latinoamericano no existe. Es una utopía…
El único cuarto que conozco es el cuarto de atrás, ese cuarto abandonado, lleno de cachureos y cosas olvidadas, ese cuarto donde se deja la ropa sucia, la ropa en desuso. Ese cuarto que maltrecho hace de bodega de herramientas, de taller de costuras, de pieza de planchado, de cuarto de guarda de las papas…
El cuarto propio latinoamericano tiene muchas más funciones que cobijar las aspiraciones de una ama de casa burguesa, el cuarto propio latinoamericano es multifuncional, se yergue con orgullo a pesar de estar hecho de adobe y paja…el cuarto propio latinoamericano alterna todas las funciones a la vez y recibe gustoso un atril hecho con palos viejos para que una chica adolescente y pobre aspire a soñar con la vida de Frida…
El cuarto propio latinoamericano está lleno de polvo y telas de araña, pero de vez en cuando se deja acariciar por los nudos feministas o los cautiverios de las mujeres y sus locuras…el cuarto propio latinoamericano se pinta de color chillón para decirle a la hegemonía euroccidental que le dé la vuelta a la casa…del otro lado del muro está la calle…y sólo los divide una muralla…
El cuarto propio latinoamericano no existe…las separatividades constituyen otra narración capitalista…el cuarto propio latinoamericano está en las aceras de La Paz con sus mujeres y sus wawas…el cuarto propio latinoamericano está en la defensa de las tierras del Wallmapu…el cuarto propio latinoamericano es al aire libre…así con la brisa de La Realidad y La Lacandona…el cuarto propio latinoamericano está en la calle…

Y ese es el problema, bonitx, que entre tanta calle y tanto cuarto que no es propio…no tenemos nada. El cuarto no propio nos recuerda cuán huachxs somos de pensamiento acto y obra…y la calle nos recuerda la vorágine de lo cotidiano…y cuánto tenemos que rendir a la máquina devoradora…
En el cuarto no propio andamos, caminamos, marchamos…y creamos…en esta multiplicidad del todo a la vez de las discursividades que no son oficiales y que no pretenden serlo…
El cuarto no propio a veces se confunde con el cuerpo de las mujeres que en Latinoamérica y el resto del mundo sigue siendo un lugar No propio…
Bueno…al menos en esta cuerpa podemos albergar rebeldías y pensamientos que no le importan a nadie un puto carajo…al menos “poner la cuerpa” significaría instalar la distancia con el/la otre y señalar que por el “momento” es un espacio ocupado por la vida…
El cuarto no propio latinoamericano, en consecuencia, si existe…kompa
Desde esta no existencia, desde esta no “Realidad” -pero en complicidad con ésta y con la sociedad civil que se yergue en su defensa- nos damos al ejercicio del verbo Hacer/se…siempre al borde…siempre en el precipicio que significa mirarse pa’ dentro…desde afuera…

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