Vengo de escuchar unas feministas latinoamericanas...son bolivianas... su propuesta es el feminismo comunitario y es primera vez que escucho hablar de crianza comunitaria...es primera vez que escucho a una activista defender la crianza conjunta y dirigirse a mi xq estaba con mi cría...estas lokas hablaban con el alma y me hicieron llorar! hasta cantaron una canción para el público…para nosotras...fue hermoso… mágico...
La Paz, es así, sencillamente mágica…no sé si será la altura de esta empinada ciudad con callecitas construidas a horcajadas sobre las cumbres o el colorido de sus gentes las que me hacen recordarla como una de las ciudades de mis viajes más reveladores. Fue la primera vez que me sentí crédula, inocente y anestesiada por la burbuja neoliberal. Me sentí completamente otra al ajetreo del abanico multicolor entre tanta gente con pieles diferentes… Esas mujeres y su “choledad” me encandilaron con sus polleras infladas, sus sombreros de bombo, y sus wawas a cuestas…me encandilaron con su propuesta de lo plurinacional, de defender nuestras raíces de hacer presente nuestra memoria…
Mientras las escuchaba recordaba ese viaje y mi piel se estremecía cuando Julieta hablaba de un cambio epistemológico para hablar de feminismos concretos basados en el pensamiento emergido desde el Abya Yala… Escucharla con toda su voz y energía era como contemplar parte de las luchas del feminismo latinoamericano no institucional de los ’90, era escuchar la voz insurgente de Cartagena ’96, era percibir en su presencia la mística de “Mujeres creando”…